Un fractal es un objeto semigeométrico cuya estructura básica, fragmentada o irregular, se repite a diferentes escalas. El término fue propuesto por el matemático Benoît Mandelbrot en 1975 y deriva del Latín fractus, que significa quebrado o fracturado.
Un fractal es un patrón geométrico que se autorreplica, infinitamente, a escalas menores, para producir formas y superficies irregulares que escapan de los dominios de la geometría clásica. Al igual que en la naturaleza holográfica, cada porción de un fractal, por más pequeña que ésta sea, proyecta la figura completa a una escala más pequeña.
Muchas estructuras naturales son de tipo fractal. A un objeto geométrico fractal se le atribuyen las siguientes características. Es demasiado irregular para ser descrito en términos geométricos tradicionales. Es autosimilar, su forma es hecha de copias más pequeñas de la misma figura. Las copias son similares al todo: misma forma pero diferente tamaño.
Un fractal natural es un elemento de la naturaleza que puede ser descrito mediante la geometría fractal. Las nubes, las montañas, el sistema circulatorio, las líneas costeras o los copos de nieve son fractales naturales. Esta representación es aproximada, pues las propiedades atribuidas a los objetos fractales ideales, como el detalle infinito, tienen límites en el mundo natural.
Las características de las formas fractales vienen dadas por su propio proceso de creación y las podemos encontrar en diferentes aspectos de la naturaleza, como por ejemplo, en el terreno y en la geología. Por ejemplo las montañas también tienen geometría fractal, ocasionada por la erosión de la lluvia, el viento, la fractura de las rocas por los cambios de temperatura y las presiones y movimientos sísmicos que crean la cordillera rocosa en la que se ubica la montaña. Estos paisajes pueden incluso parametrizarse y generarse de forma virtual con programas informáticos de imagen digital, utilizando la autosimilitud y algoritmos recursivos.
Las desembocaduras de algunos ríos también presentan este tipo de geometría, originada por la ramificación de los diferentes caudales. En las cataratas ocurre un fenómeno en el que la irregularidad producida por el terreno, en combinación con la gravedad, genera patrones fractales durante la caída del agua.
El agua cristalizada forma patrones repetitivos que han originado las primeras curvas fractalizadas de las que se tiene noticia.
La hermosura que envuelve al pavo real en su plumaje también manifiesta una naturaleza fractal que ayuda a los machos de esta especie a seducir a las hembras a través de la perfección estética.
A lo largo de la historia humana, dentro de diversas culturas alrededor del mundo, una de las principales características atribuidas a la divinidad es la estética. Con la geometría, el ritmo y la cromática como tres de los recursos predilectos de este discurso divino, la naturaleza alcanza la más espectacular y al mismo tiempo la más discreta manifestación divina como una hiperestética paradoja.
Desde un punto de vista un tanto más poético, el fractal podría representarse imaginando un escenario en el que el alma de la geometría se contempla así misma frente a un espejo y, tras percibirse como un dios creador, consuma su conciencia frente a una algorítmica y omnipresente vacuidad.
Y a pesar de que los fractales se han convertido en uno de los recursos más populares en la generación de gráficos por computadora (CGI), la versión más pura y refinada de estas figuras, como suele suceder en muchos otros rubros cuando se trata de estética, habita en la siempre perfecta naturaleza.
Uno de los ejemplos más clásicos de geometría fractal en la naturaleza proviene de una de las primeras plantas de nuestro planeta: los helechos. Estos presentan una autosimilitud casi perfecta entre sus ramificaciones. La razón de la aparición de este tipo de formas fractales en los organismos vivos se debe, al igual que en el caso de las costas y las montañas, a que se utiliza un método de creación simple y repetitivo para generar formas complejas.
Las ramificaciones son uno de los diseños biológicos más abundantes debido a su sencillez y su eficiencia a la hora de cubrir una superficie o volumen, una de las propiedades que las ramificaciones comparten con el resto de las fractales al ser una "curva monstruo" de iteraciones limitadas. El código genético de la planta le da la misma orden a una rama principal que a una secundaria: crece y bifúrcate creando una réplica de ti misma en cada ramificación. De esta forma, podemos encontrar ramificaciones con formas fractales tanto en helechos como en árboles, en las hojas de los mismos e incluso en nuestro propio sistema nervioso, cardiovascular o en los alveolos de nuestros pulmones.
En el caso de las plantas, este diseño les permite maximizar la superficie y de esta forma captar la mayor luz, CO2 y oxígeno posible. En el caso del sistema nervioso o las venas y arterias de nuestro cuerpo, nos permite cubrir y alimentar el máximo número de células y asegura que la presión sanguínea por cm2 en cada una de las ramificaciones es la misma al existir auto-similitud y por su proceso de formación fractal, al igual que la forma fractal de nuestros bronquios y alveolos pulmonares nos permite maximizar el intercambio de CO2 y oxígeno en cada inspiración.
Muchas plantas siguen simples fórmulas recursivas en los patrones dibujados por las venas de sus hojas y en la generación de sus ramas. Los helechos son uno de los ejemplos más comunes de secuencias autoreplicantes, en las cuales el patrón que develan puede ser matemáticamente generado y reproducido en cualquier magnificación o reducción de su escala.
Tambien podemos encontrar ejemplos sorprendentes en el Brocoli Romescu, que presenta una geometría fractal con una autosimilitud prácticamente perfecta. También el brócoli común presenta ramificación fractal, aunque la autosimilitud en este caso no sea tan exacta.
Los beneficios de las plantas
Según el FengShui
Según el Feng Shui, las plantas son verdaderos reservorios de energía y son muy favorables para equilibrar el Chi del hogar. Mediante la función clorofílica, ellas atrapan los rayos del sol (energía Yang) y los convierten en alimento para sí mismas, irrandiando esta energía Yang al entorno. En cualquier recinto cerrado, embellecen y refrescan el lugar, optimizan el flujo energético y ofrecen, como si fuera poco, soluciones prácticas para dividir espacios y crear rincones agradables.
Cuidar la energía vegetal
Las plantas vigorosas, con o sin flores, ubicadas estratégicamente pueden activar energías específicas vinculadas con avances espirituales, físicos, intelectuales y económicos. También ayudan a rechazar y filtrar Sha Chi (energía tóxica o negativa), hacen de barrera protectora del ruido, del calor y la luz excesiva, la contaminación y las miradas intrusas.
Las plantas simbolizan el crecimiento, la vida y la abundancia y se asocian con el elemento madera que, junto con el resto de los elementales (tierra, agua, fuego y metal), nutre y equilibra el Chi ambiental. La madera es la energía de la salud, la familia y la expansión creativa. Su orientación es el Este y el Noreste, es desgastada por el fuego, destruida por el metal y nutrida por el agua.
Como ocurre con otros recursos del Feng Shui, su uso no debe ser indiscriminado. Por ejemplo, un exceso de vegetación, en crecimiento descontrolado, plantas en mal estado o ubicadas de manera incorrecta, irradian energía nociva que debería evitarse.
A la hora de elegir plantas de compañía es fundamental ser realistas acerca de nuestro tiempo y voluntad para cuidarlas. Si estás renovando el Feng Shui de tu casa con la convicción de mejorar tu calidad de vida, entonces seguramente estés dispuesta a asumir el compromiso de criar plantas vigorosas y bellas. Tienes que saber que hay especies que requieren más cuidados y conocimientos, otras son más resistentes y no demandan muchas precauciones. Pero todas implican nuestra mirada diaria y atenta para reconocer en ellas sus necesidades vitales y satisfacerlas.
Criterios para elegirlas
El Feng Shui clasifica las plantas evaluando sus cualidades energéticas, y según ellas considera algunas más apropiadas que otras en ciertas situaciones. Algunas son directamente descartadas, por ejemplo, los bonsai porque representan una energía cuyo crecimiento fue atrofiado y proyecta la idea de limitación. Las flores secas tampoco son favorables porque su Chi ya murió. Las flores y plantas artificiales de tela (no de plástico) son una alternativa viable pero debe quedar en claro que nunca aportarán la energía plena que emanan las plantas naturales, y no hay que ubicarlas en el baño o en los dormitorios.
Las suculentas, también llamadas crasas o carnosas, se caracterizan por apariencia opulenta, acumulan agua en sus tallos, hojas o raíces. Son resistentes y activan la energía de la abundancia; los cactus pertenecen a este grupo, pero si tienen espinas (Chi agresivo) solo deben usarse en el exterior de la casa, a modo de protección.
Las trepadoras, también conocidas como enredaderas, pueden o no necesitar un soporte para crecer. A veces secan a otras plantas o árboles, al quitarles la luz solar. Sin embargo, no son plantas parásitas, ya que solo buscan un soporte para recibir más luz. El Feng Shui no descarta el uso de enredaderas en el exterior siempre y cuando no “asfixien” los muros de la casa. Son ideales las que dan flores y que con poda se mantienen confinadas a sectores evitando que resulten invasoras.
Las plantas colgantes, en cambio, si no poseen guías o soportes tienden a crecer hacia abajo. Ejemplos de ellas son el potus, el chlorophytum (lazo de amor), la zebrina péndula, el plectranto (planta del dólar), los geranios, las petunias y lobelias, la hedera helix, entre otras. Son bienvenidas siempre y cuando su apariencia no sea lánguida y llovida, pues esta energía tan descendente irradia negatividad y falta de ímpetu para avanzar. Hay que podarlas y colocarles pequeñas guías para que adopten un aspecto más erguido y voluminoso.
Las de hojas alargadas en punta, tan frecuentemente incluidas en los interiores, como las dracenas, yucas, aralias, resultan emisoras de Sha Qi o energía hostil. Este tipo de plantas pueden ser muy beneficiosas si las colocamos fuera de la casa para desviar el Sha Qi proveniente del exterior. Pero, en el interior, propician conflictos y peleas.
Las plantas con hojas de formas redondeadas, ovaladas o en corazón son las más auspiciosas para interior. Las aromáticas también son activadoras de buen Chi y se admiten las hidropónicas, cuyo cultivo puede realizarse en agua.
Si las plantas dan flores, aportan un plus de energía benéfica por su colorido.
¿Dónde ubicarlas?
Según el ambiente, la orientación cardinal y el tipo de energía que se necesites poner en movimiento, los consejos para situar las plantas en tu vivienda son:
- Sala de estar. Aquí las plantas deben ubicarse en las orientaciones madera y fuego para contribuir al ciclo constructivo de los 5 elementos y activar las aspiraciones vitales. En el Norte (elemento fuego alimenta la madera), nutren el reconocimiento social o trascendencia, y en el Noreste (madera) favorecen las finanzas y prosperidad (siempre que sean saludables). Estas orientaciones son soleadas y necesitan plantas resistentes que transmiten energía Yang; recomendamos la diffenbachia, la gloxina, el palo de agua, espatifilium, planta del dólar, estrella federal, planta de la moneda, potus, caladio o corazón de Jesús, scheffleras, entre otras de interiores.
En el Este (madera) del living, orientación correspondiente a la aspiración de la salud y la familia, se recomiendan plantas como calathea que estabiliza las emociones y armoniza las relaciones. La begonia que ayuda al crecimiento personal. La peperomia que infunde sentimientos amorosos. El crotón que combate los miedos. La fatsia japónica para activar la buena salud. La afelandra que afianza los vínculos familiares armoniosos.
- Balcones y ventanas. Ya que son una continuidad del interior, aquí las plantas protegen de energías amenazantes del exterior, actuando como filtro. Generan un microclima acogedor para disfrutar de la naturaleza aún viviendo en la ciudad. En espacios abiertos más grandes, como patios, jardines y terrazas, el Feng Shui recomienda generar trayectos ondulantes con una vegetación cuidada, sin intervenciones obsesivas que quiten naturalidad.
- Puerta de entrada. Colocar una maceta a cada lado de la entrada principal, con plantas de follaje saludable y flores coloridas funciona como un buen filtro que limpia la energía antes de que ingrese al hogar. Predispone positivamente a quien llega. Pero la vegetación nunca debe obstaculizar el paso. Aquí son ideales las aromáticas como la menta, y las protectoras como el lazo de amor.
- Pasillos y recibidores. Aunque muchas veces estos espacios reciben luz escasa, algunas especies de interior pueden adaptarse a estas condiciones, como los helechos, los ficus, la aspidistra, el filodendro o costilla de Adán. Las plantas en estos ambientes ayudan a modular la circulación de la energía y otorgan calidez a un lugar que suele ser de tránsito. Pero hay que cuidarlas de corrientes de aire y maltratos por el trajín del lugar.
- Cocina. En este ambiente, el Feng Shui usa las plantas como cura, ubicándolas entre el fuego y el agua, pero además se pueden colocar para incrementar la energía Yang del espacio que, por ser elemento fuego, es nutrido por la madera. A veces no es fácil lograr que las plantas vivan en la cocina, las ideales son las violetas africanas por su tamaño y además porque les gusta mucho el calor. Plantas en agua como el potus o la peperonia también funcionan bien.
- Baños. Cuando los baños están ubicados en una orientación favorable del patriarca del hogar, el Feng Shui indica disminuir la energía del agua propia de estos ambientes. En estos casos, algunas plantas que se adapten a la humedad del baño son beneficiosas porque el elemento madera que representan desgasta a la energía del agua, controlando así que la buena fortuna se vaya por las cañerías. Algunas sugeridas son cañas de bambú, helechos y potus. Pero si el baño está en una orientación desfavorable, no hay que colocar plantas.
- Dormitorios. Es importante mencionar que las plantas y flores no deben permanecer durante toda la noche en el dormitorio, ya que durante las horas nocturnas ellas absorben el oxígeno y producen dióxido de carbono, por lo que pueden interferir en la calidad de nuestro descanso y salud.
Quien mejor nos indicará si hemos colocado la planta en el lugar correcto es ella misma. Muchas veces ocurre que aunque las condiciones ambientales (humedad, temperatura, iluminación, etc.) son las adecuadas a la especie, el ejemplar no prospera. Nos estará indicando que algo no funciona bien energéticamente. Prueben ir corriéndola de lugar, y aprovechen a analizar qué representa en sus vidas el sector donde no crecía saludable. Tal vez deban recurrir a otras curas energéticas.
Kokedamas
Cuidados básicos
Koke = musgo Dama = bola. Como su propio nombre lo indica, esta planta es musgo vivo. Kokedama es una técnica japonesa, y con ella se consiguen plantas ornamentales mediante una bola de musgo. Puede ser considerada como una parte de Japón, que fusiona tradición y modernidad.
Kokedama ofrece una alternativa más sencilla que el bonsái - fácil de cultivar - incluso para las personas que no tienen mucho tiempo para cuidar de las plantas.
Las kokedamas, son elegantes, se pueden colocar en cualquier tipo de ambiente o en su jardín. Ideal para las personas con poco espacio, ya que las kokedamas pueden caber hasta en la palma de la mano. Para aquellos amantes de la belleza única del arte de los jardines japoneses, con Kokedamas es simple poder hacer el propio en miniatura.
Cuidados:
Es una planta fácil de cuidar, pero como todo ser vivo requiere algunas atenciones. Una de ellas tiene que ver con la iluminación: el lugar donde vayas a colocarla debe estar bien iluminado aunque a la vez no le debe dar directamente el sol, pues podría chamuscarse. También puedes sacarla todos los días un rato para que tome aire si el lugar donde la tienes no tiene mucha ventilación. El riego también depende de ciertos factores. Por ejemplo, para saber si es necesario regarla hay que tocar la bola de tierra y si no hay humedad es que necesita agua, te vas a dar cuenta porque la bola de musgo se vuelve dura. El riego consiste en sumergir la kokedama en un recipiente con agua por unos cuantos minutos. La frecuencia del riego depende mucho de la humedad que haya en el ambiente y del tipo de planta ya que algunas pueden requerir más agua que otras. Durante el verano que suele ser más húmedo y caluroso es necesario regar la kokedama más seguido que en invierno. Sin embargo, en líneas generales, estas plantas requieren riego cada dos o tres días. Lo que debe tenerse en cuenta es que no debe exponerse a calefactores o aires acondicionados, cuando los enciendas colocá la kokedama en otro ambiente o sacala a una galería ventilada.
La kokedama se utiliza principalmente con fines decorativos. Muchas personas las colocan en un plato, sobre piedras, madera o lo que más te guste o sóla. Hay también kokedamas colgantes utilizando una cuerda. Es una planta típicamente decorativa y es útil para avivar espacios interiores o exteriores. Dentro de la casa quedan muy bien en la sala de estar encima de algún mueble llamativo, aunque también pueden colocarse en los patios de invierno o en alguna ventana donde la luz de sol no llegue directamente. En resumen, pone atencion a los siguientes consejos:
- No exponer al sol
- No apretar la kokedama para escurrir el agua.
- Si el ambiente es seco, rociar las hojas con agua.
- Sumergir en agua cuando la bola de musgo esté seca.
- Cuidado con los gatos, les encanta morder y jugar con la kokedama.
- Girar la kokedama sobre su eje para que las hojas no se vuelquen hacia la luz solar.
- La kokedama sufre más por el exceso de agua que por la falta de la misma.
- Limpiar las hojas con un algodón humedecido en agua si es necesario.
- Cortar las hojas secas con cuidado para no lastimar las hojas sanas.
- Fortalecer con fertilizantes y abonos orgánicos preferentemente agregándolos en el agua de riego.
- Si los hilos se sueltan se pueden coser con una aguja a la kokedama.
- Hablarle a tu kokedama, ella te dá felicidad.
- Controlar periodicamente la aparición de hongos e insectos que puedan afectar la planta para combatirlos a tiempo.
Cactus y Suculentas
Datos útiles para su cuidado
Todos han escuchado alguna vez de lo lindo y exótico que puede quedar un cactus en nuestro jardín. Lo cierto es que son plantas que necesitan de cierto cuidado de riego especial, para lucir lindas y aprovechar mejor sus épocas de floración. Estas plantas se caracterizan por sus hojas carnosas, y la mayoría posee espinas en las mismas que le permiten sobrevivir a extensos períodos de sequías sin mayores inconvenientes. Como sus características están dadas para la falta de agua, el riego debe ser espaciado, Con una o dos veces al mes alcanza, cuando la tierra de su superficie esté verdaderamente seca, y se debe evitar al regarlas que el agua toque la planta en sí misma, para que no se deteriore. En épocas de invierno y otoño, se debe disminuir considerablemente el riego por que no lo necesitan demasiado. Al igual que el resto de las plantas los cactus necesitan ciertos cuidados para combatir las plagas y enfermedades que pueden atacarlos. Los hongos en estas especies suelen manifestarse con una pelusa blanca y se deben al exceso de humedad que puede haber en el ambiente, se recomienda en estos casos fumigar un par de veces al año.
Datos con respecto a la temperatura, iluminación y ventilación.
Temperatura
Por regla general los cactus toleran altas temperaturas, pudiendo resistir hasta 45º C e incluso mas si la intensidad de la luz solar, la humedad del suelo y la ventilación son adecuadas. Por otra parte, una temperatura nocturna de mas de 23º C puede impedir el crecimiento. Refiriéndonos ahora a la temperatura mínima tolerada por los cactus debe decirse que, mientras algunas especies pueden soportar incluso -20º C, los del tipo epífito requieren temperaturas por encima de 8º C. Si los cactus permanecen en el interior durante el invierno, no deben estar en habitaciones muy calurosas, puesto que los 18º, 20º ó 24º C a que suele estar el ambiente de muchos lugares con calefacción, evitarían que se produjera el reposo invernal que es fundamental para el cultivo adecuado de éstas plantas. Un ambiente fresco, a unos 10º C como media entre el día y la noche durante los meses fríos, guardando un mínimo de seguridad de 5-7º C, es lo mas conveniente para la mayoría de los cactus.
Iluminación
Un error que se comete con relativa frecuencia en el cultivo de cactus, consiste en suponer que todos resisten intensas insolaciones, ante esta idea debemos entender que muchas cactáceas viven entre matorrales, arbustos y rocas que tamizan los rayos solares.
Como norma práctica a seguir puede decirse que las especies provistas de pelos, espinas muy fuertes, densas o cerradas, requieren pleno sol. En cambio, las especies carentes o con pocas espinas, requieren un cierto sombreado. En cualquier caso, se trate del primer tipo o del segundo, el lugar donde estén situados debe estar muy iluminado. Al llegar a éste punto debe destacarse que la iluminación intensa y el sol directo son cosas diferentes. En el caso de no disfrutar de suficiente iluminación, el crecimiento de los cactus sera débil. Las plantas tendrán un color deslavado y serán sumamente sensibles a enfermedades parasitarias. Por el contrario, si la intensidad de los rayos solares es excesiva, las plantas tomarán un color rojizo. De notarse este síntoma, deberá facilitarse a los ejemplares una posición mas sombreada.
Ventilación
Lo mas conveniente para los cactus sería, si la temperatura lo permitiese, crecer al aire libre en un ambiente de poca humedad relativa. Esto es imposible en los inviernos de ciertas zonas, por lo que durante los meses fríos se protege a las plantas situándolas en la base inferior de una ventana orientada hacia el ecuador, en una habitación donde la temperatura nocturna no ascienda de 10 a 12ºC. Incluso en estos casos, las plantas deben airearse abriendo la ventana durante un buen rato durante la mañana o al mediodía, mientras que la temperatura exterior no sea inferior a 10ºC.
Macetas y trasplantes
Hay dos tipos de maceta disponibles, arcilla o plástico. Las macetas plásticas son más livianas, mas económicas y requieren menos riego. En cambio las macetas de arcilla proveen mejor estabilidad para plantas altas y pueden ayudar a mitigar los efectos de haber regado demás. Es preferible utilizar macetas altas. El uso de macetas amplias y bajas (del tipo para bonsai) para facilitar la amplitud del sistema radicular no tiene sentido, ya que en el cultivo de cactus en maceta las raíces están siempre limitadas. En todo caso la altura debe incrementarse para las especies con raíz tuberosa. Es importante que la maceta sea lo mas chica posible con respecto al tamaño de la planta, esto permitirá controlar mejor la humedad del sustrato. Síntomas como falta de crecimiento, mal color de la planta, raíces saliendo por los agujeros de drenaje o simplemente un tamaño desproporcionado entre planta y maceta, indican que se hace necesario el trasplante a un recipiente mas grande. El mejor momento para llevar a cabo esta operación es al comienzo de la primavera una vez que han comenzado a brotar las plantas, aunque puede realizarse también durante el resto de la primavera y todo el verano. Sobre el sustrato se coloca una capa de 1 cm. de espesor constituida por arena gruesa o grava cuyos elementos midan entre 3 y 6 mm. de diámetro. La función de esta capa es importante en el cultivo de los cactus, ya que disminuye la evaporación de la humedad del sustrato e impide la formación de una capa superficial endurecida y poco permeable al aire. Otra circunstancia que justifica el empleo de gravilla sobre la tierra de los cactus radica en el hecho de que al no existir absorción de agua en la parte superior del sistema radicular ni en la unión de la raíz principal con el cuerpo de la planta, no conviene que estas zonas no absorbentes estén en contacto directo con la humedad del suelo, ya que esta humedad puede producir daños en algunas plantas.
Las plantas
Su beneficio en nuestro entorno
De seguro has escuchado alguna vez sobre los beneficios de tener plantas en casa, y si no las tienes, posiblemente utilizas excusas como no tener tiempo para regarlas o insuficiente espacio. A continuación, te presentamos las grandes ventajas en la salud de tener plantas; para que pongas esas excusas de lado, si no posees ninguna, o cuides aún más de estas verdes compañeras, si ya tienes plantas en tu hogar.
Las plantas purifican el aire
Como sabemos, por medio del proceso de la fotosíntesis, las plantas absorben el dióxido de carbono del ambiente y lo transforman en oxígeno, lo que complementa el proceso respiratorio de los humanos, quienes usamos oxígeno y exhalamos dióxido de carbono. Así, nuestras verdes amigas mejoran la calidad del aire que tenemos en el interior de nuestro hogar.
Las plantas ayudan a reducir el estrés
En nuestro proceso de evolución como seres humanos, nos desarrollamos en un ambiente natural rodeados de abundantes plantas. La vida moderna muchas veces nos limita y nos aísla de la vegetación, lo cual puede alterar nuestro balance natural. La presencia de las plantas cerca de nosotros nos brinda un ambiente relajante, sobre todo si las observamos desarrollarse, crecer y florecer.
Las plantas ayudan a respirar mejor
Como parte de su naturaleza, las plantas brindan humedad al ambiente, lo que es muy beneficioso para reducir los niveles de sequedad y partículas de polvo en nuestro hogar. De esta manera, se pueden evitar problemas respiratorios como la tos.
Disponibilidad de especias para la comida y remedios naturales
Aunque tengamos un espacio muy pequeño, siempre es posible encontrar una esquina cerca de la ventana o algún lugar con suficiente iluminación para plantar y dejar crecer plantas que podemos usar para condimentar nuestras comidas, como la albahaca, así como plantas que podemos utilizar para hacer remedios naturales, como el romero y la sábila o aloe.
Las plantas reducen la electricidad estática debido a su capacidad de generar humedad en el ambiente, las plantas pueden ayudar a disminuir la electricidad estática en nuestro hogar, que se ve incrementada en ambientes secos. Al disminuir la estática, se evitan esos efectos molestos que se presentan en un ambiente en el que la electricidad no fluye adecuadamente.
Las plantas pueden ayudar a combatir la depresión, así como tener mascotas ayuda a quienes enfrentan un trastorno depresivo, el estar al cuidado de plantas brinda un propósito, algo muy útil para quienes enfrentan episodios de depresión. Regar las plantas, abonarlas y verlas retoñar o florecer es un proceso sumamente terapéutico.
También está demostrado que la presencia de la naturaleza verde en espacios académicos y oficinas aumentan la capacidad de concentración y reducen las tasas de enfermedad. En salas hospitalarias, donde hay pacientes internados, la presencia de plantas mejora el estado anímico y favorece una recuperación más rápida respecto de salas que no tienen plantas. Lo que la ciencia moderna reveló ya era considerado por sabios herbolarios de culturas pasadas: Paracelso, alquimista, médico y astrólogo suizo (1493-1541), decía que el poder curativo de los vegetales provenía de su “espíritu” conformado por los impulsos cósmicos recibidos de las constelaciones y planetas.
Conociendo todos estos enormes beneficios de tener plantas cerca de nosotros, ¿qué esperas para incorporar plantas en tu hogar?; y si ya las tienes, esperamos que sigas cuidando muy bien de ellas.
Permacultura
La solución al monocultivo
El Monocultivo es la práctica de cultivar grandes extensiones de terreno con árboles u otro tipo de plantas de la misma especie. Si bien, es una forma eficiente y rentable de cultivo desde una perspectiva mercantil, desde el punto de vista ecológico es desastroso. Generalmente seducidos por las promesas de los países ricos, el monocultivo se ha ganado un lugar en el tercer mundo y en latino américa en particular, donde suelen primar visiones miopes que prometen un boom de riquezas para hoy, pero de incalculables pérdidas para mañana. Paradigmático es el caso de los monocultivos para los nefastos biocombustibles, donde los países desarrollados comprometen la compra de toda la producción, movilizando la agricultura hacia este tipo de prácticas de corto plazo, retorno dudoso pero alto impacto ambiental asegurado.
La base de todo ecosistema es la diversidad y una práctica como el monocultivo no hace más que quebrantar este principio. Si hay menos diversidad vegetal, también disminuye la animal. Los insectos y animales que antes se alimentaban de otras especies vegetales ahora desaparecen y por ende también sus depredadores. Así, se propagan las plagas que afectan al monocultivo, se rocían pesticidas para su control, se contamina el aire, la tierra, el agua, suma y sigue, todo está conectado. Por otra parte el daño a los suelos es considerable, sobre todo si no hay rotación en el monocultivo. Se pierde fertilidad, pués se empobrece la tierra al absorber la misma especie siempre los mismos nutrientes. Entonces debemos enriquecerla artificialmente con químicos y xenobióticos, proceso que requerirá ir en aumento a medida que la tierra se empobrece más.
El desequilibrio medioambiental que significa el monocultivo (además de su innegable y negativo impacto visual en el paisaje) tiene que ver con la alteración que provocamos al pasar de una lógica diversa, rica, circular, autosuficiente y sustentable del ecosistema hacia una homogénea, pobre, recta, artificialmente asistida e insostenible.
Vivimos en un mundo que cada día esta más amenazado por problemas del medio ambiente: la contaminación, la pérdida de nuestros bosques, la extinción de especies a un ritmo cada vez más alarmante, el efecto invernadero y una sobrepoblación humana que ejerce una presión cada vez mayor sobre los recursos naturales que día a día se hacen más escasos. Se hace obvio que, a menos que se hagan cambios urgentes en la forma como tratamos a nuestro planeta, éste cada vez será menos capaz de soportar la vida. Creemos que las plantas pueden satisfacer la gran mayoría de las necesidades de la gente y que se puede lograr trabajando por la salud del planeta y no en contra de ésta. Es posible producir la mayoría de la comida que necesitamos y satisfacer muchas otras necesidades con materias primas obtenidas de ellas a través del cultivo de una amplia variedad de plantas útiles, ya sea en el campo o en el jardín, además, esta forma de cultivo es muy atractiva a la vista y al espíritu y ofrece una gran diversidad de nichos ecológicos para nuestra flora y fauna nativa.
Pérdida de diversidad.
Usamos fundamentalmente las plantas para comer. Hay más de 20,000 especies conocidas de plantas comestibles en el mundo y aún así, cada vez limitamos más la variedad de plantas de las que dependemos para comer, de hecho, menos de 20 especies de plantas proveen el 90% de nuestro alimento. Como consecuencia de este empobrecimiento, tenemos grandes áreas laborables dedicadas al cultivo de una sola especie y una dependencia cada vez mayor de fertilizantes químicos, insecticidas, fungicidas y herbicidas para lograr cosechas satisfactorias. Hay una amenaza constante por el desarrollo de nuevas enfermedades o de resistencia de los insectos a los químicos, que pueden causar desastrosas pérdidas en grandes concentraciones de un solo tipo de cultivo. Solo basta considerar la hambruna causada en Irlanda el siglo pasado por el tizón de la papa para imaginar la catástrofe.
El arte de transformar espacios pequeños en grandes jardines
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Nace en el desierto del Norte de Chile, en la
inmensidad y variedad de formas que dibujan el árido paisaje, sus suaves dunas o sus
profundas quebradas, el imponente sol, sus vientos, sus colores, y la increible adaptación
de las especies vegetales y minerales que logran sobrevivir en condiciones extremas.
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mercado nacional una nueva propuesta en paisajismo urbano y decoración de interiores,
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piedras, rocas, arenas, productos orgánicos y sustratos minerales de origen endémico.
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